Mi regalo de Navidad…
En estas fechas navideñas, podemos regalar algo más importante que cosas materiales. El regalo de la presencia, con la escucha activa, la empatía y el amor.
En estas fechas navideñas, podemos regalar algo más importante que cosas materiales. El regalo de la presencia, con la escucha activa, la empatía y el amor.
Aprendemos la lección más importante: amarnos a nosotros mismos y a todo. El crecimiento espiritual lleva tiempo y las dificultades nos preparan. El sacrificio no es necesario en el camino espiritual; amar lo que hacemos es clave. «El manantial no pregunta por el camino», fluir trae armonía y paz. El cuento «La oración del zapatero remendón» muestra que el suspiro del zapatero era más valioso que su oración. Te abrazo con amor.
Mientras la resignación implica sufrir pasivamente, la rendición implica aceptar el dolor y las circunstancias presentes. La rendición no significa renunciar a tomar acción, sino dejar de resistirse a lo que sucede. En el presente, uno puede rendirse a las sensaciones desagradables y transformarse a sí mismo. La resistencia, no la situación en sí, es el verdadero problema. A través de la rendición, el sufrimiento puede convertirse en paz interior. Cambiar pensamientos y creencias nos libera del sufrimiento y nos permite tomar responsabilidad de nuestras vidas. En lugar de luchar, debemos aceptar y fluir para comprender el sentido de la vida.
La interpretación individual ante una situación determinada es clave para comprender por qué cada persona responde de manera diferente, y el autoconocimiento es el primer paso para liberarnos del sufrimiento y entender que el ego obstaculiza nuestra felicidad, mientras que la rendición y el cultivo del amor y la unidad transforman nuestra conciencia.
Venimos al mundo a experimentar, no a sacrificarnos. Se trata de vivir, disfrutar siendo felices con lo que hagamos y amar, el camino es amar.
Muchas personas buscan su propósito en la vida sin tener claro qué quieren entregar al mundo y a sí mismas, dejándose llevar por opiniones y creencias ajenas. El sentido de la vida se encuentra en el amor propio y la felicidad, lo que permite descubrir el propósito de vida. Thomas Merton destaca que cada persona tiene la vocación de ser ella misma. Para alcanzar esta autenticidad, es necesario conocerse y descubrir lo que nos hace felices. La clave no está en el destino, sino en disfrutar del camino. Todos llevamos luz dentro, y es fundamental entender su propósito y cómo compartirla con quienes la necesitan. El objetivo de la vida, según el Dalai Lama, es ser feliz, y se sugiere que somos seres espirituales experimentando en el plano terrenal.
¡Feliz día del libro! Los libros son un viaje de autoconocimiento y nos conducen al mejor lugar, dentro de uno mismo.
El triple filtro de Sócrates es una sabia herramienta que nos permite que nuestras relaciones con los demás y con nosotros aporten luz, paz..
Me siento profundamente agradecida y afortunada por poder acompañar a mis clientes observando su crecimiento y desarrollo personal
La sonrisa es curativa a niveles físico, mental y emocional. La actitud positiva se puede entrenar, al igual que nuestro cuerpo físico