¿Resignación o rendición?
Mientras la resignación implica sufrir pasivamente, la rendición implica aceptar el dolor y las circunstancias presentes. La rendición no significa renunciar a tomar acción, sino dejar de resistirse a lo que sucede. En el presente, uno puede rendirse a las sensaciones desagradables y transformarse a sí mismo. La resistencia, no la situación en sí, es el verdadero problema. A través de la rendición, el sufrimiento puede convertirse en paz interior. Cambiar pensamientos y creencias nos libera del sufrimiento y nos permite tomar responsabilidad de nuestras vidas. En lugar de luchar, debemos aceptar y fluir para comprender el sentido de la vida.