Obviamente no diré nada que no se exprese aquí, puesto que es estrictamente confidencial. Pero hay personas, como Aurora, que son un ejemplo a seguir. Ella misma expresa que se encontraba en un pozo cuando la conocí. Yo también sé lo que es estar en un pozo. Pero también sé, al igual que ella ahora, que se puede salir de ese pozo. Y eso solamente depende de uno mismo.
Por supuesto, hay momentos en los que no sabemos qué hacer, por ello, el primer acto de valentía es levantar la mano y pedir ayuda. Reconocer que no lo sabemos todo pero que queremos aprender a vivir y no seguir sobreviviendo en la oscuridad. Eso hizo ella y recuerdo especialmente ese día con infinito amor.
No nos enseñaron a gestionar el miedo, la ansiedad, la soledad, la tristeza..
En los procesos de entrenamiento que realizo, facilito herramientas para aprender a gestionar todo ello, pero el mérito no es mío. Mi mérito fue salir de mi propio pozo, eso sí fue mío. Pero el mérito de lo logrado por Aurora es de Aurora, fue ella la que puso en práctica esas herramientas que yo le fui facilitando, la que tuvo constancia, humildad, confianza… Gracias Aurora y como te decía siempre: “date las gracias a ti misma, porque el trabajo lo estás haciendo tú”.
Y GRACIAS a todos mis clientes por confiar en mi proceso de entrenamiento, por su esfuerzo diario, por ser un poco mejores cada día, por aprender a amarse a ellos mismos, por sacar esa luz que tienen dentro y empezar a brillar como lo que son, seres únicos y hermosos.